Un maldito por que...

Donde tus palabras se hacen presentes
en un color tornasol,
donde busco tu poder incidente en ventanas emergentes,
parpadeantes luces grisáceas en recuadros azules,
cursores virtuales ascendiendo y descendiendo
tras un rítmico vaivén de teclas gastadas por el tiempo y su mal uso.

Donde el brillo de tus ojos rosados y tristes,
por la distancia, el tiempo y la posibilidad,
por la edad, la prosperidad y el bienestar,
donde te busco cada noche a la una
esperando lo que sea.

Así me dices te Quiero y te extraño,
así yo digo te extraño, extraño,
necesito, anhelo, busco y dejo pasar
las cosas más difíciles que me duelen,
que por azares que me atan al matrimonio de mi trabajo,
y que me matan bajita la mano en una silla apolillada por el tiempo
y una mascara que me cubre por momentos
simulando un cráneo que desvía el frió a otras partes.

Ahora tu, ahí, con el héroe por el otro lado
en la misma calle,
cruzando la esquina y el centro comercial,
y yo, detrás de casas con luces en mi entrada,
estamos los dos,
esperando un por que... un maldito por que...