Es muy normal la curiosidad del ser humano, de hecho, es muy normal la curiosidad en cualquier especie.
Nos sentimos tan especiales a veces, que no creemos que podemos sorprendernos de lo que la vida nos enseña, por la buena, por la mala y por las peores. Las sorpresas destilan asombro, miedo, alegría e incluso ira.
Somos tan ingenuos en pensar que mañana, o tal vez ahora mismo, está sucediendo algo sin precedentes, que cambiará o no nuestra manera de ver el mundo, aunque el mundo siempre ha sido el mismo.
Nos sentimos tan especiales que creemos y al mismo tiempo nos damos la libertad de no hacerlo, de tomar una decisión y contradecirnos, de amar y renegar de hacerlo, de soñar y no querer dormir nunca más.
Que ingenuos y hasta cierto punto estúpidos.
La promesa de seguir creyendo que esta cosa que llamamos vida comprende eso mismo, vivir y morir en el intento de hacer algo, o de ser alguien.
Así nada más.
La decisión
-
Se aproxima un año nuevo, para mi el 2018 se pinta un año con muchas
expectativas, pero a la vez con mucha incertidumbre y miedo, los cambios
provocan mied...
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario