Es muy normal la curiosidad del ser humano, de hecho, es muy normal la curiosidad en cualquier especie.
Nos sentimos tan especiales a veces, que no creemos que podemos sorprendernos de lo que la vida nos enseña, por la buena, por la mala y por las peores. Las sorpresas destilan asombro, miedo, alegría e incluso ira.
Somos tan ingenuos en pensar que mañana, o tal vez ahora mismo, está sucediendo algo sin precedentes, que cambiará o no nuestra manera de ver el mundo, aunque el mundo siempre ha sido el mismo.
Nos sentimos tan especiales que creemos y al mismo tiempo nos damos la libertad de no hacerlo, de tomar una decisión y contradecirnos, de amar y renegar de hacerlo, de soñar y no querer dormir nunca más.
Que ingenuos y hasta cierto punto estúpidos.
La promesa de seguir creyendo que esta cosa que llamamos vida comprende eso mismo, vivir y morir en el intento de hacer algo, o de ser alguien.
Así nada más.
Te espero y te busco
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Pasó nuestra fecha, tenía miedo de saber que sería de mí, sin embargo
sobreviví, he sobrevivido a ti, a nosotros, a lo que quedó de mi, no es
fácil y creo...
Hace 7 años
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