Citas Citables.

El Primer Beso

"Por fin" fue lo único que pude decir. Por fin estábamos juntos, por fin sabíamos cómo se sentían mis brazos al rededor de su cuello y los suyos al rededor de mi cintura.

Aidessa

Y no te quiero a mi lado por que seas algo que llene ese vacío, te quiero a mi lado por que eres mi debilidad, mi fortaleza, mis sueños, fantasías y adicciones, mis locuras, mis letras y todas mis canciones.

*CLEO

viernes, 16 de abril de 2021

Sin Tanto Tiempo

 Tenía incrustada en mi mente uno de los mejores textos que te pude haber escrito dentro estos 5 años y se fue.

Se nos fue como el tiempo mismo, ese en el que indudablemente hemos construido una familia, aprendiendo todos los días uno del otro, conociéndonos aún después de 5 años.

Se nos fue como dormir un día y despertar 5 años después, sabiendo que dentro de todo lo vivido algo de nosotros quedo en el camino, para ser reemplazado por algo que aún desconocido, se que es mucho mejor.

Se que es mejor, por que nos hace mas fuertes, mas sinceros e incluso mas molestos y menos tolerantes, pero al final, mas humanos.

Por que sabemos y conocemos nuestras debilidades y nuestras fortalezas, que en mi caso eres tú, son ustedes.

Y recuerdo que no tenemos tanto tiempo, pero, parte de lo que nos hace que sigamos sin contar los días, meses o años juntos, es que aún podemos sorprendernos, así, con detalles, con un beso a media luz y con un poquito de estática, con un pequeño grito espontáneo y repetitivo...


miércoles, 23 de noviembre de 2016

Primer Intento.


Si bien pareciera, te diría que lo acabas de escribir.
Que curiosamente, y no es porque te quiera en demasía, retrataste parte de esta historia nuestra en esas páginas. Que de alguna manera me sentí identificado desde el momento que leí la segunda hoja.

Y no es que te Ame, pero sí, me gustó, las partes que hablan de nosotros, esas partes que hacen que sienta cierto hueco en el estómago, podría decirse que yo estoy contando la historia.

No negaré que me asusta un poco el increíble parecido con lo que ahora vivimos, a pesar de que pareciera que en el texto ha pasado poco más que los casi 3 meses de aventura que llevamos, pero me parece increíble el enorme parecido que le encuentro, aunque no sé, si lo esté relacionando solo porque son palabras tuyas y por qué así quiero.

Creo que todos queremos vivir una historia de "novela".

Te diré la razón de que me gusta tanto la historia de Aura.

Después de leerla, siempre creí que en algún momento y probablemente en todo el mundo, se podían dar casos de amores, que en distintas vidas se conocieran aunque no siempre terminaran estando juntos. Que había cierta fuerza universal que era capaz de mover todo lo que está dentro y todo lo que esta fuera, pero que sería incapaz de hacer que cuando existiese esa conexión entre dos personas (aún con toda su magnificencia) lograra que no llegasen a conocerse.

Nuestra historia también parte de ese punto, creo yo. De ese en que nos encontramos, que nuestra primera conexión física fue increible, como si ya antes nos hubiéramos inspirado esa confianza para lanzarnos a la aventura de el uno contra el otro.

Es por eso, que creo que esta historia es buena y si mi argumento no es lo suficientemente válido, pues entonces no logré ser muy objetivo (a pesar de que no quise serlo)...

Me encantó, me vi junto a ti reflejado en esa historia. Y eso, sin temor a equivocarme, es lo que hace interesante a una novela.

Que logres capturar al lector y a su vez, se sienta como alguno de los protagonistas de la historia.

Y yo creo fervientemente después de leer esto, que ya sabías que nos conoceríamos...

martes, 22 de noviembre de 2016

Reciclar es lo de hoy (2.0)...

Me queda claro: reciclar ya no es solo una opción ecológica, se ha convertido en una necesidad compartida por todos. Hoy en día, hasta el papel de oficina debe contar con certificaciones, sellos de calidad y toda clase de avales, algunos útiles, otros inventados para vender la idea de sostenibilidad. Cuando encuentro hojas con información irrelevante pero un lado completamente blanco, las reutilizo: imprimo sobre ellas, escribo, les doy otra vida.

A mi derecha, un enorme cesto de basura guarda los restos de mi rutina: latas de refresco aplastadas, botellas de agua torcidas. Luego llega alguien, las recoge y las lleva a vender. Saca provecho de lo que otros ya dieron por perdido.

Pero no, el reciclaje no siempre es cosa de chiste. Yo también lo hice alguna vez, pero con palabras. Reciclaba frases, argumentos, ideas. Y hoy pienso: ¿no deberían existir también normas no escritas para eso? ¿Alguna regla que diga “esa frase no la puedes usar con cualquiera”, o “eso que le dijiste a ella no es válido con él, porque son distintos, porque no se sienten igual”?

Yo, por ejemplo, llamo “nenas”, “preciosas” o “hijas” a mis sobrinas, primas, hermanas… y, con contadísimas excepciones, a dos o tres personas que, sin ser familia, se han ganado ese lugar en mi afecto.

Hoy releí algo (por andar de curioso unos minutos antes de irnos a comer). Y, para ser franco, era exactamente lo mismo que me has dicho en otras ocasiones. No me gustó.

Una vez se me acusó de dedicar un texto a una novia que en realidad era para una ex. Desde entonces hice un juramento personal: jamás escribiría algo igual, parecido o similar para distintas personas. Que lo que digo cuando amo sea irrepetible. Que lo que entrego a alguien no lo pueda repetir con nadie más.

Quizá reciclar nos enseñó más de lo que pensábamos. No solo a cuidar el papel, las botellas o las palabras, sino a preguntarnos qué tanto de lo que damos (y decimos) merece repetirse. A veces creemos que basta con sentir algo para expresarlo igual, sin notar que cada persona carga su propia sintaxis emocional. Y entonces uno entiende que no todo se recicla. Que hay frases que pierden su alma cuando se repiten, y sentimientos que, por dignidad, merecen ser únicos.

Quizá eso es lo más justo que podemos ofrecer: autenticidad, aunque duela. Y si alguna vez se parece... que al menos no sea por descuido, sino por esa parte nuestra que aún no ha aprendido a olvidar del todo.

Cuando tengas ganas de morirte no alborotes tanto: muérete y ya.

Es muy normal la curiosidad del ser humano, de hecho, es muy normal la curiosidad en cualquier especie.

Nos sentimos tan especiales a veces, que no creemos que podemos sorprendernos de lo que la vida nos enseña, por la buena, por la mala y por las peores. Las sorpresas destilan asombro, miedo, alegría e incluso ira.

Somos tan ingenuos en pensar que mañana, o tal vez ahora mismo, está sucediendo algo sin precedentes, que cambiará o no nuestra manera de ver el mundo, aunque el mundo siempre ha sido el mismo.

Nos sentimos tan especiales que creemos y al mismo tiempo nos damos la libertad de no hacerlo, de tomar una decisión y contradecirnos, de amar y renegar de hacerlo, de soñar y no querer dormir nunca más.

Que ingenuos y hasta cierto punto estúpidos.

La promesa de seguir creyendo que esta cosa que llamamos vida comprende eso mismo, vivir y morir en el intento de hacer algo, o de ser alguien.

Así nada más.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Fríos Besos

Hace algun tiempo atrás, recuerdo como fue nuestro primer beso...

Me besaste, te bese, nos besamos, la historia original contaría que la primera vez que pudimos mirarnos sin que nadie más existiera al rededor, nos besamos a escondidas, en un auto.

Tus labios se sentian frios, resecos, el labio inferior mas gordito que el superior.

Recuerdo que soplaba el viento, adentro y fuera del auto con los vidrios arriba, era inevitable que la corriente pasaran entre el roce de nuestros labios.

Recuerdo muchas cosas.

Pero por ahora, tengo que seguir trabajando.